jueves, 8 de agosto de 2013


EXPERIENCIA ARTÍSTICA Y DOCENTE

SOBRE DANZA Y EDUCACIÓN ARTÍSTICA

 
Juan Crisóstomo Izaguirre Ruíz

Hermosillo. Julio de 2013

 

Experiencia artística

En febrero de 1983 ingresé a Truzka, grupo de danza contemporánea en Sonora. El grupo Truzka es parte medular de la historia reciente de la danza escénica en el noroeste de México. Su fundadora y directora, Beatriz Juvera, había sido discípula de Martha Bracho, quien había fundado la Academia de Danza de la Universidad de Sonora (UNISON), en 1954. Juvera había pertenecido por 20 años al grupo de danza representativo de la UNISON, pero en 1979 decidió iniciar su propio proyecto. Surgía así el primer grupo independiente de danza contemporánea en el noroeste. Una estructura horizontal y la participación de varones fueron desde siempre dos de los rasgos de este colectivo. En abril de 1983 debuté en el Teatro Emiliana de Zubeldía, de la UNISON. Permanecí en la agrupación hasta noviembre de 1995, habiendo tenido dos recesos. Uno de noviembre de 1986 a septiembre de 1987; el segundo de octubre de 1992 a enero de 1993.

            En el grupo Truzka realicé funciones de bailarín, coreógrafo y profesor. Estas funciones eran promovidas por la propia directora entre los miembros interesados. Con el grupo recorrí la geografía entera de los estados de Sonora y Sinaloa; participé en los festivales Provincial de San Luis Potosí, en el “José Limón” de Culiacán y en la Muestra Internacional Un Desierto para la Danza, de Sonora. Actué en el Teatro de la Danza de la Ciudad de México. Los foros abiertos, como las plazas, la calle, las canchas escolares y los patios universitarios fueron espacios que gracias al grupo Truzka experimenté en su dimensión escénica, y que aprendí a valorar como ámbito esencial para las relaciones sociales. En el grupo produje coreografías entre las que destaco “A tres niveles” (1984), con música de Silvio Rodríguez, y “Del alba al crepúsculo” (1988), con música de Vivaldi.

            He tenido participación como bailarín también con otros coreógrafos y de manera independiente. Entre otros con Martha Bracho, Miguel Mancillas y Aldo Siles. Con este último la participación se extendió a dos años (1996-1998) en su propia Compañía. Así como colaboración en puestas en escena de la UNISON y del Instituto Sonorense de Cultura.

            En 1997 obtuve el primer lugar con la coreografía “Las búsquedas del alma” en el III Concurso Estatal de Coreografía Contemporánea, promovido por el Instituto Sonorense de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes. En ese mismo evento también fui nombrado Mejor Intérprete Masculino.

            Mi más reciente participación ha sido como coreógrafo e intérprete en “Augusto y Emiliana”, (en el programa de mano tiene el título equivocado de “Novaro y Zubeldía”) con música de Emiliana de Zubeldía, en el Día Internacional de la Música, celebrado en Junio pasado en Hermosillo.

 

Experiencia como docente

Si bien mi práctica docente ha sido desarrollada en el Centro de Educación Artística (CEDART) “José Eduardo Pierson”, del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura  (INBAL), y en el Departamento de Bellas Artes de la Universidad de Sonora (UNISON), antes o al mismo tiempo he impartido clases de danza en espacios como el Instituto de Servicios y Seguridad Social de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y el Centro de Educación Especial “Jean Piaget”, siempre en Hermosillo.

            Cada uno de estos espacios ha contribuido a generar la convicción de que la enseñanza debe ser considerada una profesión, con todas sus implicaciones. El Departamento de Acción Cultural del ISSSTE, y sobre todo las niñas de entre 6 y 12 años que atendí de 1988 a 1991, me pusieron en contacto con la importancia de la disciplina corporal en la infancia. Al mismo tiempo, los niños del “Jean Piaget”, con su hiperactividad y estigmas sociales por acudir a una escuela especial, me permitieron comprender que la sensibilidad y el aprendizaje no son facultades normadas ni “normales”. El CEDART (desde 1989) y la UNISON (desde 2004) me han dado el privilegio de adentrarme en la profesionalización de la enseñanza de la danza, pero sobre todo me han dado la ocasión de explorar la naturaleza sensible de bachilleres y universitarios.